Unas 20 familias cubanas quedan sin hogar tras orden de desalojo por peligro de derrumbe

miércoles, 28 de diciembre de 2022

El martes, unas 20 familias cubanas quedaron sin hogar cuando debieron abandonar el edificio No. 231 de la calle Bernaza, entre Muralla y Brasil, tras una orden de desalojo del inmueble por una alerta de posible derrumbe, reportó CubaNet.

La información señala que funcionarios de Vivienda y el gobierno municipal de la Habana Vieja y efectivos policiales llegaron al sitio a “persuadir” la salida de las familias.

CubaNet destacó que “luego del paso del huracán Ian, a finales de septiembre pasado, las autoridades habían intentado el desalojo en dos oportunidades, pero las familias continuaron ocupando el edificio porque Vivienda nunca llegó a facilitar las nuevas ubicaciones”.

Por el testimonio de varios afectados se conoció que en esta ocasión los funcionarios y la policía obligaron a los moradores a abandonar el sitio.

“Las autoridades comparecieron en el sitio y forzaron a los residentes a sacar sus pertenencias. El desalojo comenzó desde horas tempranas, sin embargo, pasadas las dos de la tarde las personas permanecían sentadas en la calle sin conocer el sitio al que serían enviadas”, dijo Luis Ángel Robaina Gómez uno de los vecinos.

“Hay vecinos que se fueron, pero la mayoría no quieren porque esta es su casa y es lo único que tienen. Por debajo del telón se está cuadrando que, si Vivienda no resuelve el problema, por la noche todo el mundo vuelve para lo suyo y que vengan a sacarnos de nuevo”, comentó  el propio Robaina.

De acuerdo con inquilinos de los edificios contiguos, esos inmuebles se encuentran en peligro por el inminente derrumbe.

“Tuvieron que hacer la denuncia —los vecinos— porque esa situación afecta sus viviendas, que de paso tampoco están buenas. Tienen sus grietas, como todas las construcciones antiguas de La Habana. Pintado así —el edificio— engaña, pero es una vieja con colorete. Por dentro está podrido”, explicó Yamilet Quesada Triana, vecina del 231.

La nota de CubaNet aclara que “el edificio fue declarado inhabitable desde finales de los noventa. Ahora, las recientes lluvias invernales propinaron una peligrosa estocada a su maltrecha estructura, que durante todo el fin de semana estuvo desprendiendo pedazos de las cubiertas que separan a los tres niveles que posee”.

Los vecinos que han debido dejar sus hogares sufren la incertidumbre de lo que el destino les depara.

“Ahora mismo nadie sabe para dónde va, ni hasta cuando, y ya estamos con el fin de año al doblar de la esquina. Es mejor que me dejen morir aquí, lo pierdes todo y el jodido Gobierno no hace nada por ayudar”, dijo uno de los afectados en declaraciones a la plataforma de noticias.