Algunas curiosidades de una singular calle de La Habana Vieja

domingo, 9 de junio de 2019

La Habana Vieja es uno de los lugares más hermosos de la ciudad. Surgida cerca de 1517, cuenta con gran riqueza arquitectónica y diversidad constructiva. Tal es el  caso de sus calles, testigos de un pasado luminoso. Y en especial de una singular calle de esta Habana.

Una de las calles más populosas de La Habana Vieja es Aguacate. Es una singular calle de La Habana Vieja

Varias son las hipótesis sobre el origen de su nombre.

La principal apunta que se debe a un árbol de aguacate existente en dicho lugar.

Otra versión hace referencia a un óleo colgado en algún establecimiento comercial cercano, a propósito del árbol.

También están los que defienden que el nombre de Aguacate viene dado por un frondoso árbol sembrado en el huerto del Convento de Belén, donde precisamente termina la vía.

Tal vez, eso explique por qué en algún momento la arteria se nombró calle Del Aguacate de Belén.

Tras cesar el dominio español en la Isla el nombre de la vía sufrió cambios.

Por ejemplo, en diciembre de 1921, se varió el nombre a  Perfecto Lacoste.

El nuevo calificativo era un homenaje a quien fuera el primer alcalde de la ciudad cuando cesó la soberanía de la metrópoli. 

Más tarde, en una fecha aún por precisar, se decidió restituir el nombre original, y desde entonces la calle conserva esa designación.

Cuenta la chismografía histórica, que allí vivió a mediados del siglo XIX, exactamente en la casa marcada con el número 128, el Marqués de Casa Núñez de Villavicencio.

Mas historias y datos curiosos de las calles de La Habana AQUÏ

La calle Aguacate es, además, escenario de una de las novelas más importantes del siglo XIX cubano, Cecilia Valdés, de Cirilo Villaverde. Cuenta el autor que en ella vivió la protagonista con su abuela.

Es atravesada por otras vías de igual importancia cultural como son Empedrado, San Juan de Dios, Obispo, Amargura y Muralla.