¿Sabías que tras las paredes de este edificio habanero se encuentra las locomotoras más caras tiradas al abandono?
jueves, 21 de febrero de 2019
Las primeras ocho máquinas o locomotoras llegadas a nuestro país terminaron en suelo estadounidense, desde donde más tarde arribaron otras.
La Junta es la locomotora número 1 del Ferrocarril en la línea de Matanzas a Sabanilla, la 23 en tierras cubanas, de las mejor preservadas en el mundo.
La Junta permanece bajo el resguardo de una armazón metálica, como en una especie de corral.
Su valor, por ser la más antigua que se conserva en el país y que en la actualidad sufre el mal progresivo y endémico del abandono, es incalculable.
En el Museo del Ferrocarril de Cuba se puede conocer la historia de lo que es la trayectoria o evidencias de la historia de este medio de transporte en Cuba.
Este lugar fue declarado como Monumento Nacional en el año 2002.
En el año 2000, cuando se inauguró Cristina, el museo del ferrocarril en Cuba, estaba todo nuevo, adornado y habían textos explicando los datos históricos de las máquinas en exhibición.
En este lugar se presenta de forma detallada la historia del primer ferrocarril de iberoamérica.
Y los visitantes pueden conocer y observar los diferentes instrumentos, equipos y accesorios que conforman los diferentes ferrocarriles.
También todos aquellos documentos que forman parte de la historia de los diferentes ferrocarriles y del sistema ferroviario en general durante las diversas épocas de Cuba.
Las maquinarias ferroviarias que conforman el museo están integradas tanto por locomotoras a diesel como locomotoras eléctricas.
De igual forma aquellas usadas para vías anchas o para vías estrechas.
Este espacio también cuenta con una biblioteca relacionada con estos temas en particular.
Una sala de operaciones es exhibida en el museo, esta sala de operaciones es una replica de las que se usaban ya a mediados del siglo XX en las estaciones ferroviarias.
De igual forma para el año 2000 se hacían actividades infantiles, exposiciones de fotografías y pinturas.
En 2013 la oficina del Historiador y Eusebio Leal, asumieron la tarea de hacer trabajos de restauración y llevar las riendas de La Cristina.
A pesar de haber tenido muchos visitantes en época de alta, el museo hoy se cae a pedazos.
Hace una década que rescataron una la locomotora inglesa Manning, de 1873, es la segunda más antigua de las preservadas en Cuba, pieza a pieza que se encontraban esparcidas por los alrededores del central Gregorio Arlee Mañalich.
Una pieza estaba en posesión de un campesino: en ella depositaba el agua para dar de beber a sus animales.
Contando con solo dos custodios de turno, el museo es víctima de vandalismo y los que burlan la poca seguridad existente, roban pedazos de hierro de los trenes y los venden.
Los niños se comportan riesgosamente y a pesar de que han ocurrido hechos preocupantes para la salud de los infantes, sobre todo los fines de semana, el museo es convertido a la fuerza en un parque de diversiones.
Es lamentable el estado de La Cristina y de los tesoros que salvaguarda;demás, en la actualidad con la crecida de turismo internacional, es una pena que no esté en condiciones de recibir visitas.