¿Sabías que la imagen que identifica a la conocida cerveza cubana Hatuey realmente corresponde al indio estadounidense Pontiac?
miércoles, 12 de septiembre de 2018
La cerveza Hatuey lleva en sí el decoro de ser la más antigua del país que se comercializa actualmente en Cuba. La popular bebida, con su emblemático indio en la etiqueta, fue lanzada como marca propiedad de Bacardí en 1927 en Santiago de Cuba. En aquel entonces la Hatuey buscaba hacerle competencia a la cerveza Tropical.
Pero si bien es cierto que Hatuey sigue estando en la preferencia de los cubanos, una inexactitud gráfica ensombrece la figura histórica que la caracteriza. Se trata del supuesto indio Hatuey que identifica la sabrosa bebida.
Cuando se mira la etiqueta actual de la cerveza Hatuey es imposible que se pueda engañar a la vista de cualquier estudioso de la historia de Cuba o una persona con los conocimientos básicos de los indios que habitaron el país antes y durante la Conquista.
Desde su entrada al mercado nacional en 1927 la cerveza llevó en su etiqueta el aborigen símbolo de rebeldía en Yara y cacique de Guajabá, Hatuey. Sus rasgos fisonómicos son propios de un indio caribeño, con facciones mongoloides según los dibujos de la época. Así mismo pasa con sus atuendos.
Hatuey sí, pero solo por 20 años
Entonces Hatuey era una cerveza floreciente y muy consumida en aquella época. Pero no sólo el producto cuenta cuando se trata de hacer crecer un capital y una marca. La imagen del producto resulta importante para poder colocarlo en determinados mercados o darle impulso cuando se lleva años explotándolo.
En sus primeros veinte años Hatuey resultó un buen producto comercializándose bajo una imagen conservadora en extremo. Sus envases parecían más bien antiguas jarras cerveceras al estilo alemán y con íconos gráficos poco atractivos.
Por ello, pensando en una sociedad altamente consumista, tanto en Cuba como en Estados Unidos, los directivos de Bacardí S.A. acuerdan, en la década del 1950, rediseñar la imagen de la tradicional cerveza.
Fue entonces que valiéndose de los servicios de una empresa publicitaria, la Organización Técnica Publicitaria Latino Americana (OTPLA), Bacardí rediseña la imagen de la cerveza y con ella, la del indio Hatuey.
El cambio radical que sacó a Hatuey del juego
Fue en la década de 1950 que el internacionalizado indio de plumas alargadas (similares a las de las águilas americanas) y facciones más finas, comenzó a caracterizar la bebida fermentada más antigua de Cuba.
Un rostro de rasgos muy similares a los presentes en las imágenes de las antiguas tribus iroquesas que poblaron el norte de los Estados Unidos se plasmaba ahora en la etiqueta de la cerveza Hatuey.
Según fuentes digitales especializadas en la historia de las cervezas cubanas, el indio norteño fue la propuesta visual del pintor Luis Martínez Pedro, que en aquel entonces trabajaba para los diseños de una oficina publicitaria con un nombre que nada debe envidiar a sus similares contemporáneas: la Organización Técnica Publicitaria Latino Americana (OTPLA).
No se puede olvidar el que el mercado turístico cubano era muy atractivo para los norteamericanos que visitaban Cuba y los que vivían en la isla. La misma ciudad de Santiago de Cuba era el destino de atraco de varios buques de guerra norteamericanos que llegaban al puerto, cercano por demás a la emblemática fábrica Bacardí.
Pero no sólo en Cuba podía consumirse cerveza cubana. Solamente en el año 1950 más de 500 mil litros de cerveza fueron exportados a los Estados Unidos. Quizá este flujo licorero pudo ser uno de los determinantes para que los ejecutivos de Bacardí se interesaran en el nuevo “makeover” de la cerveza Hatuey y en ponerle una imagen un poco más cercana a los consumidores norteamericanos.
Pero, ¿quién es este indio que tan diferente se ve del rebelde Hatuey?
El historiador Calafell, cervecero avezado en la historia de la Hatuey, comenta que algunas indagaciones con los antiguos trabajadores de Bacardí hacían presumir que el indio «del norte» no es otro que el gran guerrero Pontiac.
Aunque extraño para los cubanos, Pontiac era el símbolo indio de los Estados Unidos, el guerrero audaz, valiente, y libertador que había organizado en una comunidad guerrera a influyentes tribus americanas para echar de su territorio a los ingleses ocupantes. Sin dudas, una figura reconocida por los norteamericanos y sin equívocos, un elemento importante en el consumo de una bebida como lo Cerveza Hatuey, por parte de los compradores potenciales que representaban los estadounidenses.
El gran jefe indio nació en 1720 en el área de Detroit. Su madre era Chippewa y su padre Ottawa. El pequeño Pontiac se crió como un miembro de la tribu de su padre, dedicada al comercio de pieles con los franceses. En 1755, Pontiac ya se había erigido como jefe de su tribu: los Ottawas.
Dentro de sus proezas se cuenta la importante unificación de su tribu, en 1763, con los delawares, shawnis, miamis, chippewas entre otros, con el objeto de exterminar a los ingleses y expulsarlos de toda la región del Oeste. El indio que desde entonces figura en la etiqueta de Hatuey bien pudiera ser la estampa de este otro guerrero que aún con el historial que exhibe, no deja de ser un símbolo estadounidense, algo muy conveniente para los Bacardí en aquel entonces.
La figura de Pontiac es tan propia de los Estados Unidos que poco antes del surgimiento de la Hatuey, en 1926, su imagen resultó ser idónea para una marca de automóviles norteamericanos fabricados por la subsidiaria Oakland Motor Car de General Motors, y que aún tiene gran aceptación entre los consumistas del Norte.
Aunque todo parece indicar que la nueva imagen del indio fue fruto de las propuestas de los diseñadores de OTPLA, la venia de Bacardí afianzó de manera ya incorregible el error que durante más de cincuenta años acompaña a la Cerveza Hatuey.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
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