Populares juegos infantiles cubanos que no tienen época. ¡Si tu infancia fue en Cuba los conoces!
sábado, 12 de agosto de 2017
Hay juegos infantiles que poco a poco se han transmitido de generación en generación y van formando parte de las tradiciones de los países. Ahora en esta época de internet, consolas portátiles y animados 3D se han ido perdiendo muchas formas sanas de diversión, cambiándolas por sedentarias horas frente a una pantalla. Por ese corredor entre suerte y desgracia, muchos niños cubanos, sobre todo en zonas rurales, aún no han sido invadidos por la tecnología y se mantienen ajenos, como en un mundo paralelo, donde juegan y se divierten a la vieja usanza. Aquí te traemos varios juegos infantiles que si viviste en Cuba lo más seguro es que hayas participado de alguno de ellos. COMENTA cuáles otros conoces.
Juego el baile de la silla
Consiste en que un grupo que se colocan alrededor de un numero de sillas que son una menos que el número de niños total que juega. Empiezan a andar bailando, alrededor de las sillas al son de la música que alguien se encarga de apagarla y ponerla. La gente se pone a dar vueltas alrededor de las sillas cuando se apaga la música, los niños deberán sentarse, el que se quede sin silla será eliminado, así hasta que solo quede uno que será el que gana.
Carreras de sacos
Para jugarlo se necesita un amplio espacio llano y despejado. El juego consiste en una carrera en que los participantes corren introducidos en un saco, de yute o de nilón, que les cubre las piernas y que sujetan con las manos a la altura de la cintura o del pecho. Gana quien alcanza primero la llegada sin salir del saco, que dificulta el libre movimiento de las piernas al concursante que intenta avanzar.
Juego de La gallina ciega
Un jugador en el centro del terreno de juego, y con los ojos vendados, es la gallina ciega. Pregunta, respuesta y órdenes se intercambian entre la gallina y el resto de los jugadores, que se hallan dispersos y a su alrededor. Son los propios jugadores los que, agarrando a la gallina, le obliga a dar las tres vueltas con la del revés. A partir de ellas, la gallina emprende la persecución. Los jugadores pueden tocarla, pero aquél a quien ella toque será el niño que la sustituya.
Juego de colocarle la cola al burro
Consiste en dibujar un burro y con los ojos vendados intentar colocarle al animal la cola en su sitio, con ayuda de los compañeros, que le indicarán. Se inicia el juego eligiendo a suertes un participante que, con los ojos vendados, debe colocar la cola al burro tras haberle dado varias vueltas sobre sí mismo para desorientarle. Los participantes estarán divididos en dos grupos o equipos, y, mientras uno coloca la cola, el resto del equipo le orienta indicando: arriba, a la izquierda, a la derecha, etc… Gana el equipo que menos tiempo tarda en colocar correctamente la cola al burro.
El cachumbambé
Este juego es como decimos los cubanos, un invento de economía de recursos. Con una tabla o un madero largo, puesto horizontalmente sobre un horcón o palo vertical, para que suban y bajen las extremidades de aquellos donde los niños se sientan, cantando el sonecillo: «Cachumbambe, la vieja Inés, que fuma tabaco y vende café». Este estribillo ha ido degenerando del original que era: «Cachumbambe, señora Inés, que tuerce tabaco para vender.»
El burro brincado
Se escoge alguien que haga de «burro». Colocado con el cuerpo inclinado, deja que los demás le salten por encima. A medida que lo hacen, cada uno dice:
A la una: mi mula,
A las dos: mi reloj,
A las tres: mi café,
A las cuatro: mi gato,
A las cinco: te hinco,
A las seis: manda el rey,
A las siete: machete,
A las ocho: te pongo el mocho (el último que salta le coloca un pañuelo en la espalda al «burro»
A las nueve: te lo quito (el primero que salta le quita el pañuelo)
A la diez: chiquito como una nuez,
A las once: campana de bronce,
A las doce: ¡huye, huye que te cogen!
Y todos corren hacia una meta, perseguidos por el que hace de «burro». Si alguno es alcanzado por este antes de llegar a la meta le toca quedarse de «burro». Este juego tiene cientos de variantes como la de que el «burro» en cada salto se va levantando poco a poco y el que no logre saltarlo se queda.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
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