Bahías de Cuba: la bahía de La Habana
martes, 2 de junio de 2020
Dicen, quienes tienen la oportunidad, que no hay imagen más bella de La Habana que aquella percibida por el visitante cuando llega por primera vez en barco, para conocer a las bahías de Cuba, entre ellas La bahía de La Habana. Se le presenta entonces una ciudad en su esplendor al ver las Bahías de Cuba. Entre el mar y su gente hay una conspiración singular.
Bahías de Cuba. La bahía de La Habana
La Habana desde aquel lejano año de 1519 se ha formado una identidad única en torno a su bahía, en diálogo con ella.
Con su estilo particular, con un canal de entrada estrecho y profundo, prestó buen resguardo a más de una embarcación que se vio obligada a huir de la tormenta o quizás de corsarios y piratas con sueños de viajar.
Mil veces al viajar a Cuba, llegaron estos últimos hasta sus profundidades, cuando España, en defensa de sus intereses, situó cañoneras de un lado y de otro. Sus poco más de cinco kilómetros cuadrados y sus nueve metros de profundidad, le aseguran una muy buena posición en el Caribe y no pocas oportunidades para quienes deciden conocer la ciudad arribando a ella en cruceros.
Joya de la corona en el continente, la bahía de La Habana se situó entre las más concurridas del nuevo mundo. La bahía es un punto intermedio entre el norte y el sur, lugar estratégico para el abastecimiento tanto de los que venían desde España como de aquellos que marchaban al viejo continente cargados de oro y riquezas.
Una de las bahías más grandes y seguras de América y del mundo; tiene forma de bolsa lo que le confiere seguridad a los barcos que acoge; posee una situación estratégica tanto geográfica como económica. En ella estalló el acorazado buque estadounidense Maine el 15 de febrero de 1898, hecho que sirvió de pretexto a los Estados Unidos para intervenir en la Guerra de 1895 que libran los cubanos contra España.
Historia e identidad, Cuba es nuestra pasión
Se fundó en el año 1519, la villa de San Cristóbal de La Habana estuvo ligada a la vida política, económica y social de la bahía. El espacio de esparcimiento de los primeros pobladores estaba ubicado justo en el perímetro de la bahía habanera la cual desempeña un papel significativo en la imagen de la urbe.
De igual forma es en la época el centro de los ataques piratas y corsarios y de la intenciones expansionistas de diferentes países como Francia, Inglaterra y Holanda. Por lo que se creó un sistema defensivo alrededor de la bahía.
La fortificación que ocurrió a mediados del siglo XIX, incluyó la extensión del frente hasta la ensenada de Cojimar, que se encuentra al este de la bahía. Las fortificaciones incluían plataformas, trincheras y diferentes puntos de observación. Con el transcurrir del tiempo se modernizaron y se convirtieron en uno de los más importantes y modernos puntos defensivos.
En el año 1561, la ciudad inició un acelerado desarrollo que se intensificó en la zona inmediata al litoral de la bahía. En esta zona se erigían los núcleos residenciales y edificios de tipo público principales de la ciudad.
Los ingleses la disputaron, al igual que otros buscaban controlar un espacio geográfico para hacerlos más fuertes. Fue tanto así que a cambio de la entrega recibieron la Florida. Desde ese entonces la bahía fue otra. La bahía creció y se multiplicó tanto ella como su alrededor y hoy La Habana convive con ella, coquetea e inspira. El viajero que se acerca cree llegar a la ciudad maravilla, y en realidad no le falta razón.
Transformaciones
Las riquezas que transportaban a La Habana proveniente del resto de las colonias de américa, que la flota transportaba luego a España, acentuó la necesidad de la protección de la ciudad.
La defensa se consolidó al construirse los castillos de San Salvador de la Punta en el año 1590 y los Tres Reyes del Morro, entre los años 1589 y 1630, de igual forma con la muralla de La Habana entre los años 1674 y 1797, que encerró prácticamente el perímetro marítimo de la ciudad.
Posteriormente se añadió la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña (1763-1774) e igualmente los castillos de Santo Domingo de Atarés (1763-1767) y del Príncipe (1767-1780).
Todas estas obras conforman el sistema defensivo de la ciudad y entre ellas se comunicaban a través de servicios telegráficos, telefónicos y telemétricos. Para ese entonces, el puerto lo conformaban rústicos atracaderos de madera y cobertizos contiguos, los más importantes se encontraban en la Plaza de Armas y la Plaza de San Francisco.
Muelle de luz
La profundidad de la bahía en estas zonas eran de 16 a 18 brazas, en consecuencia los buques podían atracar en el lugar, directamente en la costa. En el siglo XVII en diferentes referencias bibliográficas del Muelle de Luz, se señala que arribaban a las costas pequeñas embarcaciones con pasajeros y mercancías de otras riberas de la bahía.
A partir del año 1554, en la parte opuesta de la ciudad se fundó la villa de la Asunción de Guanabacoa, el cual es un pequeño caserío. En el año 1690 el Santuario de Nuestra Señora de Regla, lo que dio origen al poblado que surgió posterior a esto con igual nombre.
Para la época la distribución general se estructuraba en: los muelles principales que iban desde el Castillo de la Fuerza hasta la Plaza de San Francisco, esta zona prestaba los servicios a los barcos provenientes de altamar o con destino a la bahía.
Por otro lado se encontraba, la parte donde se aseguraba el tráfico de los pasajeros y de las mercancías por el interior de la bahía, que comprende la zona desde el Muelle de la Luz hasta Baluarte de San Isidro; a partir de allí se encontraba el muelle del Arsenal que estaba destinado a la construcción y reparación de navíos.
Los años entre 1790 y 1850
Entre los años 1790 y 1850 los muelles se ampliaron, a partir del Castillo de la Fuerza alcanzando una extensión ininterrumpida a todo lo largo del interior de la bahía de 1453 metros con un ancho de 12 a 21 metros.
La vida citadina tomó el mar interior de la bahía como el telón de fondo, en una serie de espacios públicos, entre los que se destacaron:
- La Alameda de Paula en el año 1772.
- El Teatro Principal en el año 1773.
- La Cortina de Valdés en el año 1843.
- El Paseo de Roncalli.
Espíritu de La Habana
A finales del siglo XIX, los espacios públicos urbanos se desplazaron a extramuros. La desorganización de los pequeños negocios que se instalaron a lo largo de la zona del puerto y la construcción de grandes edificios principalmente gubernamentales, se interpusieron entre la ciudad y el mar. Entre ellos se pueden mencionar: la Aduana y la Maestranza de Artillería.
En el año 1898, con la intervención norteamericana, la bahía y su entorno se transforma en una imagen de progreso en la que concurren establecimientos de ocio y diversión. Se continuó con la extensión del Malecón hasta la calle Lealtad y los viejos muelles de madera se sustituyeron por espigones modernos de concreto.
Dos construcciones importantes se construyeron entorno a la bahía: la construcción de la Estación Central de Ferrocarriles en el año 1912 (en los terrenos que antes ocupaban el Arsenal) y la Nueva Aduana en el año 1914.
En consecuencia las modernas edificaciones pasaron a ser el rasgo más distintivo de la ciudad dejando a un lado los techos, las tejas y las torres antiguas de los conventos.
La recuperación del casco histórico realizada por la Oficina del Historiador y el grupo de trabajo de la bahía de La Habana, han recuperado el vinculo entre la ciudad y la bahía.
El túnel de la bahía de La Habana
El Túnel de la Bahía de La Habana se inauguró en el año 1958, en una de las bahías de Cuba. Sus extremos se encuentran ubicados, uno en la intersección del Malecón habanero y la avenida del Puerto y otro lado está cerca de la fortaleza los Tres Reyes del Morro situado en la Habana del este.
La profundidad de este túnel es de 12 y 14 metros por debajo de la bahía de La Habana, cuenta con cuatro pistas de tráfico de 3.35 metros de ancho, cada una de estas pistas y unos 733 metros de largo.
Los detalles de la construcción del túnel
Su constitución consta de cinco secciones o cajones de hormigón prefabricado, cuatro de ellos con una longitud de 107.50 metros y uno central de 90 metros. Está protegida con compuertas de seguridad al ras del mar, iluminación interior y ventilación; de igual forma cuenta con una protección contra incendios. Adicionalmente cuenta con sistema de drenajes con dos cisternas de capacidad de 500 metros cúbicos de capacidad que permiten acumular aguas pluviales.
La construcción del túnel la ejecutó una compañía francesa La «Societé de Grand Travaux de Marseille». Bajo la dirección técnica del cubano Ingeniero Jesus Menéndez, la construcción duró aproximadamente unos tres años.
La vía Monumental y la zona poblacional de La Habana del este se incluyó durante la construcción del túnel. Franceses, cubanos y norteamericanos participaron en conjunto en su construcción.
Hoy esta obra constituye una de las siete maravillas del mundo y forma parte de la ingeniería cubana del siglo XX.
Más de 60 años de la construcción del túnel de La Habana
Después de tantos años el túnel de la bahía de La Habana en una de las bahías de Cuba, que posibilita la comunicación entre diferentes puntos de La Habana, entre ellos: Alamar, Cojimar, las playas del este, la Villa Panamericana y el centro histórico de La Habana.
Constituye una de las obras de ingeniería más emblemáticas de Cuba.
El trayecto en el túnel
El trayecto en el túnel en automóvil o en ómnibus de un lado a otro es de unos 45 segundos a unos 60 kilómetros por hora, pocas veces hay congestiones de tránsito en la vía.
Hoy en los edificios construidos cercanos a la bahía habitan más de cien mil personas, con los servicios públicos adecuados.
El puerto de la bahía de La Habana. Bahías de Cuba
El puerto de la bahía de La Habana es uno de los más importantes realizados en Cuba y durante la época colonial se consagró como un centro estratégico para España.
La protección de la bahía se acentuó por las fortificaciones muy importantes que fueron construidas a su alrededor, las cuales incluyen:
- Torreón de San Lázaro,
- El Morro de La Habana,
- Fortaleza de San Carlos de la Cabaña,
- El Castillo de Atarés y
- Otros elementos dedicados a la protección del puerto y la ciudad de una de las Bahías mas importantes de Cuba.
El faro ubicado en la fortaleza de El Morro es uno de los elementos más distintivos que se asocian a la bahía. Su construcción se remontan al siglo XVIII, actualmente funciona con ópticas de procedencia francesa.
Estas ópticas se instalaron al momento de la construcción e incluyen los mecanismos de contrapeso originales y las palancas para su operación. El sistema eléctrico es el único cambio significativo de la obra.
Contaminación de la bahía de La Habana. Una de las Bahías de Cuba
La contaminación de en una de las bahías de Cuba es un fenómeno que ha dado conflictos tanto ambientales como sociales.
Causas
Con el pasar de los años una de las bahías de Cuba, es un sitio de refugio de diversidad de peces y de el ecosistema marino. La actividad de la bahía durante el siglo XX con las importaciones de petróleo han sido bastantes considerables. Esta acción ha sido intensa, por consiguiente el combustible derramado se acumulo en el lugar.
De igual forma los desechos que son arrojados terminan llegando al mar, las poblaciones que rodean a la bahía también han contribuido con los desechos presentes en las aguas.
Proyectos
Actualmente existen varios proyectos de recuperación ambiental para la bahía de La Habana. Estos proyectos incluyen la recogida de desechos sólidos, el tratamiento de elementos residuales y el dragado del fondo. También se incluye en el proyecto el uso de algunas bacterias especializadas que intervienen en la descomposición del petróleo.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Archivo TodoCuba
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