Las mansiones del Valle de los Ingenios: Un viaje en el tiempo
lunes, 20 de marzo de 2017
Para orgullo de Sancti Spíritus, desde 1988 el Centro Histórico de Trinidad y su Valle de los Ingenios están inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial. En la XII Reunión de su Comité, celebrada en Brasilia, los presentes acordaron conferir tal reconocimiento porque estos espacios son “ejemplo eminente de un tipo de construcción o de un conjunto arquitectónico que ilustra un período histórico significativo, además de un ejemplo eminente de un hábitat humano tradicional, representativo de una cultura y vulnerable bajo los efectos de mutaciones irreversibles”.
Rodeado de montañas y atravesado por las aguas del río Agabama, el Valle de los Ingenios es un patrimonio de 110 caballerías (14.55 kilómetros cuadrados), considerado reserva natural y arqueológica. Allí se levantaron más de 50 ingenios, que según cuenta la historia, solamente en un año lograron la mayor zafra de azúcar del mundo para su época.
Aquellas hazañas cañeras, complementadas con la cría de ganado y el cultivo del tabaco, representaron la gloria de los hacendados e insuflaron de riqueza toda la zona y las áreas aledañas. Fue entonces que surgieron, a costa del trabajo esclavo, las grandes mansiones trinitarias, muchas de las cuales se conservan hoy, para beneplácito de las nuevas generaciones.
Según refiere la Guía de Arquitectura de Trinidad y el Valle de los Ingenios, texto publicado en el 2003, “el nombre del emblemático lugar donde se establecieron 56 ingenios en el siglo XIX responde a un conjunto de unidades menores que históricamente fueron utilizadas en la explotación de la caña de azúcar. Lo anterior dio lugar a una geotransformación muy peculiar de la naturaleza. A cambio del dulce producto fabricado en el valle entraban en los muelles el teatro, la ópera, muebles, lencería, vajillas, todo lo cual convirtió a la sureña localidad en una de las más prósperas de la Isla”.
Actualmente, en el Valle de los Ingenios pueden apreciarse 13 casa-haciendas, que muestran el esplendor de la plantación rural del siglo XIX. Allí el visitante puede conocer torres, calderas, remanentes industriales de antaño y trasladarse en el tiempo con la compañía de un hermoso y relajante paisaje.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
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