
Las canciones infantiles felices de Cuba
sábado, 3 de agosto de 2019
Los recuerdos felices de nuestra niñez vienen a la cabeza una y otra vez, y es que la infancia es una de las etapas más lindas y tiernas de todo ser humano, con sus canciones infantiles.
Al pasar los años aumentan las preocupaciones, comenzamos a trabajar, tenemos hijos y nietos… No obstante, hay cosas que nos hacen volver atrás.
Tal es el caso del amplio repertorio de melodías, ritmos, bailes y poesías que quedaron grabadas en nuestra memoria y se transmiten de una generación a la otra.
¿Quién no jugó “Alánimo”, cantó “A la rueda rueda” o dramatizó Vinagrito en algún matutino de la escuela?

Gracias a programas como Caritas, Amigo y sus amiguitos, Tía Tata cuenta cuentos, con su banda de Los Yoyo y Arcoíris Musical se dieron a conocer en Cuba grandes canciones infantiles de una diversidad de géneros y temáticas que forman parte de la identidad nacional.
Además, la dulce voz de cantautores como Enriqueta Almanza, Teresita Fernández y Liuba María Hevia fue un factor imprescindible para darle al cancionero cubano un toque de amor, ternura y humor.
La Señora Santana, Los pollitos dicen y Duérmete niño son tres de las primeras canciones que escuchan los niños al nacer.
Sus melodías y hasta sus versos, se han ido modificando y adaptando según el contexto y la zona geográfica donde se cantan.

Así mismo, El patio de mi casa, Mambrú, Naranja Dulce, Arroz con Leche o Los pollos de mi cazuela hacen viajar al pasado a quien las escuchan, sin importar la edad que tengan. Muchas de estas canciones no son cubanas, ni se puede decir cuando surgieron, pero se escuchan tan antiguas que parecen eternas.
La Calabacita, es otra de las que representa a toda una generación de cubanos.
La televisión con su dibujo animado hace que este personaje entre a nuestras casas para indicarle a los más pequeños que llegó la hora de dormir.
Mientras, algunos animales cobran vida en el mundo de los niños como La mona Jacinta, La pavita pechugona,
La gatica Mini, El gato andaluz, entre otros. Son canciones felices.
Escuchar estas canciones infantiles es, definitivamente, una gran vacuna contra el olvido.

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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Archivo TodoCuba
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