La historia de Cortina y su famosa hacienda
jueves, 12 de noviembre de 2020
La Hacienda Cortina forma parte del siglo pasado por los años veinte. Era reconocida como una de los mas grandes latifundios de Pinar del Río para la época neocolonial.
Según investigaciones históricas, la propiedad del notable abogado, político y diplomático cubano José Manuel Cortinas comprendía “varios hatos o corrales antiguos.
Poseía un total general de 6 848 fincas, 108 de ellas superaban las 1000 hectáreas y 20 las 5000, dedicadas al fomento de la ganadería vacuna y caballar, la siembra de tabaco y frutales, y la extracción de resina de pino. El conjunto estaba dotado de un aparato administrativo y comercial que aseguraba el emporio.
Un espacio importante: La Güira
La Hacienda se concibió para que abarcara terrenos de tres municipios diferentes Consolación del Sur, La Palma y Los Palacios.
Además, la cercanía al Río San Diego permitió la construcción de un lago artificial por el cual pueden navegar los visitantes que así lo deseen.
Sin embargo, uno de sus mayores atractivos siempre fue la Hacienda La Güira, que actualmente es el centro más significativo del Parque Nacional La Güira.
Un equipo de trabajo multicultural
En la construcción del parque en los años 30 del siglo XX participaron trabajadores jamaiquinos, haitianos, daneses, japoneses, gallegos y mexicanos.
Detalles asiáticos en parajes pinareños
La hacienda posee una portada de estilo medieval, pero realmente, los jardines, paseos, y todas las construcciones interiores muestran una mezcla pintoresca de diferentes culturas.
Entre ellas sobresale la japonesa. Inicialmente uno de los mayores atractivos de la instalación eran las casas chinas y japonesas, acondicionadas incluso con elementos originales de esos países.
Igualmente, dicen que podían apreciarse tapices que representaban el oropel manchú, pebeteros oxidados entre cojines de seda y un guerrero mongol de la época de Gengis Kan, de tamaño natural.
Costumbres de Cortina
Según cuentan los habitantes de la zona, en la hacienda existía una habitación que la identificaban como “Vivienda del Buda”.
Allí, el dueño de aquellas tierras, José Manuel Cortina, se reunía con sus amigos y practicaban diferentes costumbres orientales como el uso de pantuflas, la quema de inciensos y el reposo del cuerpo y el alma.
Restauración después de los ciclones
En el año 2014 la hacienda se sometió a una intensa restauración, debido a los destrozos causados por los huracanes Gustav e Ike, en 2008.
Actualmente, quienes la visiten pueden disfrutar de diversos servicios, entre ellos hospedaje, restaurante y recreación.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Radio Enciclopedia / Archivo TodoCuba
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