Instituto Superior de Arte, el polémico y millonario proyecto que terminó por convertirse en un ícono de la arquitectura cubana (+ Fotos)
lunes, 1 de octubre de 2018
Pocos proyectos en Cuba han levantado tanta polémica desde su misma concepción como el Instituto Superior de Arte (ISA). Se le consideró, atrevido, poco práctico e irreverente; pero terminó por convertirse en uno de los íconos de la arquitectura cubana moderna.
Comenzó a construirse en la década de 1960, cuando el gobierno de la Isla decidió unificar en una gran escuela las enseñanzas artísticas que, hasta entonces, se encontraban dispersas en múltiples escuelas y academias, tanto estatales como privadas.
Para su emplazamiento se escogió el exclusivo barrio de Cubanacán, en Marianano, a orillas del río Quibú; en terrenos que habían pertenecido al Country Club y en los que existían campos de golf, un deporte que ya no se practicaría más por considerarlo las autoridades como “burgués”. Los arquitectos encargados de elaborar el proyecto del ISA serían el cubano residente en París, Ricardo Porro y los italianos Vittorio Garatti y Roberto Gottardi.
A pesar de las distintas concepciones, procedencia geográfica y formación de estos tres profesionales, lograron articular un proyecto total en el que las singularidades se integran entre sí de forma armónica y con el entorno y que rompe con cualquier monotonía.
Con abundante empleo de la rasilla y el ladrillo de barro desnudo en el ISA destacan las cúpulas y las bóvedas, que desde el aire parece un campo de hongos rojos en el medio de la arboleda; mientras la profusión de galerías y patios interiores mezclan la modernidad con la arquitectura vernácula.
En el colmo del atrevimiento durante la construcción de la escuela se emplearon las técnicas más modernas con otras pasadas de moda e incluso prácticas artesanales (que fueron criticadas por ralentizar la obra, pero que le brindaron características únicas, imposibles de lograr a escala industrial).
Muchos criticaron el proyecto al que consideraban anárquico y desvinculado de las principales corrientes arquitectónicas que imperaban en el país en el momento en que se construyo; así como por su altísimo costo, que se consideró un derroche innecesario, casi un capricho, ante las penurias económicas que atravesaba el país.
Sin embargo, el resultado final no pudo ser mejor. Al día de hoy, el ISA es considerado como uno de los puntos más altos logrados por la arquitectura cubana en su historia y la escuela se considera, por sus valores intrínsecos, como Patrimonio Nacional.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
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