Hershey, las ruinas de un poblado estadounidense en Cuba
sábado, 28 de septiembre de 2019
No encontrarás el pueblo de Hershey en un mapa Cuba, pero te aseguro que está ahí. Su nombre oficial, en estos días, es «Camilo Cienfuegos«. Sin embargo, los locales todavía se refieren a él como «Air-say», a pesar de haber sido borrado de su nombre original una vez que las relaciones con Estados Unidos colapsaron en 1961.
Hershey como el chocolate
¿Hershey? ¿Como el chocolate? Sí, como el chocolate. En 1916, la Primera Guerra Mundial estaba en pleno apogeo, al igual que la noción de que los productos producidos en masa reducirían la brecha entre ricos y pobres al hacer que los bienes de lujo fuesen accesibles para las masas. Fue durante este año que Milton Hershey visitó Cuba por primera vez y, observando sus abundantes plantaciones de azúcar, decidió instalar su refinería a unas 30 millas de las afueras de La Habana, cerca de la ciudad de Santa Cruz.
Además de la refinería de vanguardia, Hershey también se esforzó por garantizar que sus trabajadores disfrutaran de la vida modelo estadounidense. Junto con casas idénticas, también erigió un cine, un diamante de béisbol, un campo de golf y un club social. Se construyó un ferrocarril eléctrico para transportar suministros entre Hershey y los puertos de La Habana y Matanzas. Es el único de su tipo en la isla, y todavía hoy funciona.
Hershey murió en 1945, dejando a sus ejecutivos con instrucciones para vender sus propiedades cubanas. La refinería y el pueblo terminaron en manos del magnate de azúcar de Cuba en ese momento, Julio Lobo. En 1959, Fidel Castro lo nacionalizó, junto con todo lo demás.
El paso del tiempo es visible en las dilapidadas fachadas de las tiendas y la fábrica en ruinas de Hershey. Esta última dejó de funcionar en el año 2003. Sin embargo, el tejido del vecindario sigue siendo en gran medida del mismo, y es diferente a cualquier otro lugar de Cuba.
Las casas de tablillas están equipadas uniformemente con porches delanteros y pequeños jardines, separados por aceras que aún se asoman a través del crecimiento excesivo.
Un suburbio estadounidense caído en medio del Caribe
Las calles pavimentadas están llenas de canalones, formados por bordillos perfectamente cortados, separados exactamente a 100 pies de distancia. Es inquietante, en cierto modo, algo tan familiar como un suburbio estadounidense, caído en medio del Caribe.
Desde hace mucho tiempo, Cuba se ha salido con la suya con Hershey. Las casas ya no son del marrón pardo de Pensilvania, sino de color turquesa brillante. Los caballos mastican las hierbas largas en patios delanteros descuidados. Un antiguo edificio de losas cuenta con un camión estacionado en su balcón del segundo piso. El cadáver recogido del molino permanece, y el gobierno cubano anunció recientemente que tal vez comience el proceso de limpieza.
El día que fui fue muy caliente, el océano cercano ofrecía solo el más leve susurro de una brisa. Un grupo de hombres de mediana edad estaba en lo que fue la plaza principal de Hershey, charlando y bebiendo bajo la sombra de las frondas de palmeras. Pero aparte del paso ocasional del caballo o la bicicleta, la ciudad estaba en silencio. El cine se cerró hace mucho tiempo y una escuela se construyó encima del campo de golf. ¿Qué estaban haciendo todos aquí todavía?
Juan Carlos González, de 64 años, estaba haciendo lo mismo que todos los demás: descansando en su porche, tomando aire en el vecindario. González nunca trabajó en la fábrica de azúcar, pero su padre sí. Su abuelo también trabajó allí y además ayudó a construir el riel eléctrico antes de ir a trabajar en la refinería.
Hershey: Pueblo de trabajadores del azúcar
Hershey, dijo, se construyó originalmente como un batey, técnicamente definido como un «pueblo de trabajadores del azúcar». Desde entonces, su población se había expandido gradualmente hasta casi 1.000 habitantes. El chocolate Hershey se vendió en las tiendas, mucho antes de que el terrible Período Especial se asentara en el país en 1989. «En ese momento, el azúcar de aquí se consideraba como el mejor azúcar refinado del mundo, por lo que produjeron una gran cantidad». González asegura que Coca-Cola fue su mayor cliente.
Hershey, aunque era aparentemente un idilio corporativo para sus trabajadores; en realidad, fue terriblemente segregado. Los trabajadores blancos y negros recibieron viviendas separadas, y los trabajadores chinos fueron utilizados para lavar la ropa de todos, dijo González. Los clubes sociales también estaban separados, aunque las mujeres blancas a menudo se escabullían al club social negro, agregó con una sonrisa irónica. Los trabajadores solteros solían vivir solos en dormitorios de piedra, que ahora albergan a familias de ocupantes ilegales.
Redimensionamiento de la industria azucarera
En el año 2002, el gobierno cubano comenzó el «redimensionamiento de la industria azucarera» y se comunicó que dicho central se iba a conservar -como sucedió con otros-, pero un tiempo después fue desmantelado y desactivado.
El Central era la mayor fuente de empleo para los habitantes de Hershey y de localidades vecinas de San Antonio de Río Blando. Su desactivación trajo consigo un impacto tan brusco que los pobladores afirman que el esplendor del Hershey desapareció con el Central. En el caso del transporte, fue otro duro golpe para la población ya que el tren, que era frecuente y puntual, a veces ni pasa.
En los años 70 y 80 del siglo pasado, su refinería estaba considerada entre las mejores de América Latina. De hecho, se cree que fue uno de los primeros de su tipo en el mundo que usó la tracción eléctrica para llevar caña a la fábrica y trasladar el azúcar hasta los puertos de embarque.
Contaba con una planta que electrificaba a las máquinas del central, su ferrocarril, el batey y poblados vecinos, y servía también para los tranvías que circulaban entonces en la ciudad de Matanzas.
En la actualidad, una parte está en ruinas y la otra está ocupada por la fábrica de baldosas.
Trascendiendo en el tiempo, implacables y sobrevivientes de la destrucción, se elevan las tres torres que rememoran los buenos años de lo que fue esa industria. Más allá de ellas, se encuentra tristemente el pueblo que está muy lejos de tener el esplendor que ostentó un día.
El día de hoy queremos invitarte a visitar nuestra sección de temas históricos, donde encontrarás este y otros artículos parecidos.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Archivo TodoCuba
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