Gitanos en Cuba: otro ingrediente del “ajiaco” nacional
miércoles, 23 de septiembre de 2020
En una ocasión, el etnólogo Fernando Ortiz, refiriéndose a la gran diversidad de razas y culturas que tomaron parte en la formación de la nacionalidad de este país, expresó: “Cuba es un ajiaco”. Como dice un buen cubano, en la isla encuentras de todo: chinos, mulatos, negros, rubios, trigueños, jabaos y todas las mezclas habidas y por haber que por los siglos de los siglos se dieron en el “caimán verde”. Pero ¿alguna vez pensaste que los gitanos también constituyeron un ingrediente más en ese “ajiaco” que llamamos Cuba?
Los primeros gitanos en Cuba
Aunque poco se conoce de la introducción de gitanos en Cuba, algunos historiadores consideran que los primeros ya arribaron junto a los colonizadores. Sin embargo, la mayor oleada de gitanos llegó con el advenimiento de la II Guerra Mundial, cuando los nazis exterminaron, en los campos de concentración, a centenares de miles de individuos pertenecientes a esa etnia en Europa Central. En realidad, ya desde principios del siglo XX varias familias tribus migraron hacia Cuba para probar fortuna. Algunos se integraron y sus descendientes encontraron un lugar para echar raíces.
Lo cierto es que las costumbres de los gitanos hicieron mella en Cuba. A ellos les debemos las ferias, los carnavales y el circo ambulante. Hay palabras de su lengua incorporadas al lenguaje cotidiano y a la jerga de los compositores de la década de 1940 y de la actual música bailable salsera.
La influencia gitana
Y es que el “español de Cuba” no escapó de la influencia lingüística de los gitanos. De ahí que en el habla coloquial popular de nuestro país encontremos numerosos gitanismos. Algunos de los más graciosos y comunes son: curda (embriaguez, borrachera), berro (cólera, disgusto), chiva (soplón, delator), pirar (marcharse, irse), jamar (comer), puro(a) (padre, madre), chola (cabeza), coba (halago, adulación), jiribilla (salero, gracia), entre otros. Son tan usados por el cubano de dentro y fuera de la isla que pocos conocen el verdadero origen de estas palabras.
Los gitanos aparecen también en las artes plásticas de los años 1925-1940. Como ejemplo, tenemos a Víctor Manuel García Valdez (1897-1969) con su “Gitana Tropical”, reproducida hasta en las cortinas de baño. Asimismo, existen referencias al tema en nuestra literatura, por ejemplo, en libros como “La Cubanita que nació con el Siglo” de la escritora Renée Méndez Capote. Figuran en la prensa. En uno de los números de la revista “Carteles” de 1940, se publicó un reportaje que reseña cómo se refugiaron en los arrabales de la Habana de intramuros. Una de las fotos muestra sus carpas, a las exóticas féminas acicaladas con vestidos típicos y a los músicos con sus guitarras españolas.
Los gitanos o romanís son un pueblo que procede originalmente de la India, aunque ha migrado por diversos continentes, incluyendo a Europa, donde se ha concentrado el mayor número. Esta étnia conserva su propia lengua, aunque, producto de su vida nómada, hablan más de un idioma. De ellos se conoce que aman la libertad, respetan y son fieles al jefe de su tribu hasta la muerte. Son extremadamente supersticiosos. Y, como sabes ahora, también son parte de la historia de Cuba.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: The Cuban History / Archivo TodoCuba
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