¿Como fue la infancia en Cuba en la década del 80?
miércoles, 29 de mayo de 2019
Este artículo está dedicado a mis amigos, a mis enemigos, y a los que aún no conozco, pero que han tenido la suerte, como yo, de haber nacido en la década del 80.
Sólo los que nacieron por esos años en la década del 80, realmente comprenderán el sentido de mis palabras.
Pues como yo, fueron criados entre tierra y fango, cuando los niños y las niñas jugaban juntos, o formaban equipos y se declaraban la guerra.
Fue ese el tiempo de hacer cola para montar en bicicleta, de una pelota compartida entre cinco, de todos con los zapatos iguales.
Y sin importarnos, fue el tiempo de dejar el uniforme y salir a la calle, corriendo luego a la casa para ver los muñequitos, o como se les dice ahora “Cartoons”, de seis a siete de la tarde y por un solo canal.
La década de los 80,fueron los tiempos de los muñequitos rusos, de Voltus V, y algunas veces del pato Donald.
¿Quién no recuerda a Boleck y Loleck?, ¿o a Tusa Cutusa?, ¿a la pelotica traviesa y los muñequitos de nieve?, ¿Quién no recuerda a Arcoíris Musical con Alegrina y Tristolino? ¿O Mashenka y el oso?, versión muy distinta a la que se proyecta ahora.
Si ahora nuestros hijos se intercambian CD`S y memorias flash con temporadas de series animadas. No como en la década de los 80.
Nosotros en nuestra infancia tuvimos temporadas de papalotes, de trincha y aro, jugábamos a los Yaquis, a las bolas, o simplemente con cuatro tablas nos hacíamos una chivichana, y la rodábamos calle abajo, haciendo un ruido tan molesto que tras nuestro pasar los vecinos salían a los portales y nos gritaban toda clase de cosas.
Tuvimos la suerte de tener televisores en blanco y negro, de cambiar los canales por una mazorca, el 2 y el 6 durante mucho tiempo.
Tuvimos la suerte de ver el progreso, desde los Krim 218, luego los televisores a color, primero sin mando, luego con él, hasta hoy los televisores LCD, que incluyen memoria interna y puerto USB.
Conocimos las grabadoras de cinta de doble casetera, con los casetes cromados de doble cara, usamos Walkman, y Discman, MP3 y ahora teléfonos celulares, más conocimos primero el teléfono de rediscado.
Tuvimos en nuestras escuelas computadoras de disquetes, con televisores enormes funcionando como monitores, y ahora nuestros hijos ven todo eso como una pieza de museo.
Pero lo más hermoso es que nuestra infancia nos hizo crecernos, nos volvió competentes, innovadores, nos convirtió en audaces, que se enfrentan a los problemas en vez de evadirlos, que tomamos decisiones, a veces acertadas y a veces no, pero damos el pecho a la vida y empujamos hacia delante, queriendo que nuestros hijos sean mejores, pero a veces nos equivocamos queriendo que tengan todo de lo que carecimos.
Hemos de legar a nuestros hijos el ímpetu que nos caracteriza, el hacer en vez de esperar, el sacrificio para lograr un objetivo, pues como dijo Martí, no basta con poner pescado sobre la mesa, debemos enseñar a nuestros hijos a pescar por ellos mismos.
Si te gustó ¡Compártelo!
Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Archivo TodoCuba
Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba