Mujeres que inspiraron el Alma Mater de la Universidad de La Habana
viernes, 14 de junio de 2019
Muchas historias y curiosidades rondan la Universidad de La Habana. Una de las más interesantes está relacionada con su Alma Mater, símbolo de este centro, el más antiguo de su tipo en Cuba.
Los Monjes dominicos de la congregación de la Orden de Predicadores la fundaron en el año de 1728.
Y originalmente se encontraba ubicada en La Habana Vieja.
No es hasta el año 1902 que la institución se traslada para quedarse en su ubicación actual en el Vedado Habanero.
Esa edificación, en la intersección de la calle L y San Lázaro, fue declarada Monumento Nacional en 1978.
Allí, entre su arquitectura neoclásica, justo entre el Rectorado y la simbólica escalinata de la entrada, se encuentra el Alma Mater.
La escultura es obra del checo Mario Joseph Kórbel (Osek 1882- Estados Unidos 1956).
Según los historiadores, su construcción comenzó en 1919 y culminó al año siguiente, bajo el sello de la compañía RomanBronze Works, de Nueva York.
Inicialmente estuvo ubicada en otro espacio de la universidad, cerca de la Plaza Ignacio Agramonte, (antes Plaza Cadenas).
En 1927 fue situada en el lugar donde podemos verla hoy.
Allí, los arquitectos cubanos Félix Cabarrocas y Evelio Govantes, construyeron un pedestal para emplazarla.
Un año después, en 1928, quedaría terminada la escalinata y con ella el paisaje perfecto para recibir a los estudiantes, cada año.
Este símbolo fundido en bronce fue inspirado por dos mujeres.
Para conformar el cuerpo, Kórbel tomó como referencia a una mulata, cuya identidad, por desgracia, quedó sepultada en el tiempo: de ella no se sabe nada.
Por otra parte, el rostro del Alma Mater se lo debemos a Feliciana Villalón Wilson, conocida como Chana, una joven que en aquel entonces solo tenía 16 años.
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Dicen que aquella combinación de rasgos faciales con el cuerpo sensual y voluptuoso se debe a que inicialmente el monumento simbolizaría a Palas Atenea.
Lo cierto es que hace unos años, la hija de la modelo, la pintora Feliciana Menocal Villalón, a sus 76 años, le confesó al periodista Mario Cremata que en realidad a Korbel de quién le hablaron fue de su tía Carmen.
Que era la más bella de las tres hermanas. “Cuando viene a esta casa a reunirse con ella, mi abuelo le presenta al resto de sus hijos».
Es entonces cuando sucede lo inesperado: «el escultor se deslumbra por Chana y abandona la propuesta inicial porque consideraba que Chana tenía un rostro más maternal”.
Después de 1959, Feliciana Villalón Wilson, la musa que inspiró el rostro del Alma Mater de la Universidad de La Habana. Vivió más de diez años en Varadero.
Ya en 1980, por problemas de salud, su familia decide traerla de vuelta a La Habana, donde murió en noviembre de 1984.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Archivo TodoCuba
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