El jardín de los Helechos, una obra de amor cubana

sábado, 30 de marzo de 2019

Las condiciones tropicales de la Isla de Cuba son propicias para la proliferación de las más variadas especies de la flora cubana, tal es el caso de los helechos, la mayor agrupación de estas plantas la podemos encontrar en la carretera El Caney de la oriental provincia de Santiago de Cuba, pero no siempre este lugar ha tenido el mismo auge.

¿Que es el jardín de los Helechos?

Este sitio surge en el año 1979 por iniciativa y obra del investigador Manuel Caluff, pero tal vez ni el propio creador imaginó nunca que esta pequeña colección creciera tanto hasta lograr llegar a constituir un hermoso parque natural que actualmente se conoce como “El Jardín de los Helechos” y se ubica como único de su tipo a cielo abierto en Cuba y reúne la peculiaridad también de ser el segundo en América atendiendo a la cantidad de especies.

La integración de este Parque natural a la red de Jardines Botánicos ocurre en el año 1984, luego de que fuera donado por su creador a la Academia de Ciencias de Cuba, lo que permitió convertir el sitio además en epicentro de las investigaciones botánicas y forestales debido a su pertenencia al Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO).

La riqueza biológica de este sitio es sin duda una apuesta por el conocimiento de los más de nueve mil ejemplares que conforman la familia que agrupa helechos de diversos tipos como acuáticos, terrestres, palustres y otros que habitan en diferentes ambientes.

Los años de aporte científico, investigación y trabajo sostenido por los especialistas del área han dado al traste con jardín que ya hoy cuenta con más de cuatrocientas especies entre ellas cerca de 90 son endémicas de nuestro país y otras provenientes de diferentes regiones del mundo.

Constituye este sitio un espacio que deviene como centro académico, científico y educativo, contando un herbario de gran valía patrimonial que sirve de medio de consulta y comparación para estudiantes e investigadores que aportan cada día al desarrollo y la distribución de estas especies de plantas.

Este lugar ha sido medio propiciador de excelentes estudios e investigaciones científicas que han resultado colofón perfecto para grandes aportes a la botánica, a las investigaciones forestales y biogeográficas.

Las diferentes especies que conforman estas colecciones son fieles representantes del patrimonio vegetal, la flora y los recursos botánicos de nuestro país.

Su fundador Manuel Caluff continua hasta nuestros días aportando al Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad, institución que aun dirige y junto a la que ha visto brotar algunos de sus más relevantes resultados basados en la persistencia y el rigor científico.

Gracias a este centro los bosques pluviales de Baracoa muestran hoy una realidad diferente a la de hace algunos años.

Ha sido importante impulsor de los vínculos estrechos que existen hoy entre este centro y la Universidad de Oriente basada en un modelo científico formativo de alta calidad.

Este jardín es lugar para la acogida de importantes proyectos sociales que involucran el trabajo con niños autistas, personas con problemas visuales y también es objeto de visitas tanto de personas naturales como foráneas que siempre se van contagiados con un mensaje de protección a la naturaleza y con el conocimiento fundamental de esta familia de plantas.