La historia de un cubano vendiendo cerdo en inglés

jueves, 25 de julio de 2019

 La diferencia de idiomas puede generar situaciones una tanto incómodas, entorpecer la comunicación y hacer que los interlocutores entiendan de manera muy distinta lo que el otro plantea. Como la historia de un cubano vendiendo cerdo en inglés.

Pero  también es cierto que  pueden surgir situaciones divertidísimas, y  acercar  a  las personas  a  pesar  de  sus  limitaciones comunicativas.

Este caso se da, sobre todo, si hay un cubano de por medio hablando inglés.

Así, los  turistas que han caminado las calles de Cuba, han visto el barrio y se  han enriquecido de  su cotidianidad, han sido  espectadores, o  protagonistas, de  experiencias  como esta:

Y aquí la La historia de un cubano que cometió un cómico error hablando inglés

Es “El  Condado” el barrio más  grande de Santa Clara,  donde  se  concentra  la mayor parte del comercio de  carne de  la ciudad.

“¿Qué mejor época que  el fin de  año para buscar una  buena  pierna  de cerdo y  asarla?”.

Pensó el dueño de un hostal, que  albergaba a una familia Inglesa.

Pero este señor no contó con que los ingleses quisieran conocer el pueblo de cerca, y se dispusieran a acompañarlo al mercado.

Así, fueron a parar  a  una de las casas de la  famosa Calle 8, que ninguna similitud tiene con la original en Miami, pero era donde se compraban los mencionados productos.

Sobre  el mostrador había  un cerdo recién arreglado, separado por piezas, cuya carne se veía fresca  y de excelente calidad.

El Inglés señaló una parte de la carne y dirigiéndose  al hombre que la picaba preguntó- “What is it?” 

Y  el cubano levantó la cabeza, sin la más mínima idea de lo que aquel hombre decía.

El inglés, ante  la duda que le provocó  la cara de desconcierto del cubano, preguntó esta vez:

– Do you speak English?–  

A  lo que el cubano, con una amplia sonrisa  respondió-

¡Sí, hermano!, ¡Yo pico ingle´  y pico de  tó!.

Este es el cubano que pica ingle

El turista sonrió  y el cubano hizo  con su cabeza un gesto  de aprobación, y tras haberse  marchado la familia  Inglesa exclamó con aires de  satisfacción.

– ese turista está loco…..¿cómo  me va  a preguntar eso a mí?, ¡que  soy una bestia con el cuchillo en la mano!

Así es que la  familia Inglesa debió cenar esa noche una excelente comida criolla.

El cubano por su  parte tendría una historia para contar en la  esquina, una experiencia  más, pues el  cubano es  por naturaleza impetuoso, lleva  la vida sin miedo,  de frente,  no teme a  fallar porque es capaz de resolver cualquier situación, siempre que  se lo proponga, no teme  a  hacer el ridículo, simplemente porque  nunca lo hace, porque el  cubano nace sabiendo, y cuando le  preguntan, sabe de todo, y lo que  no sabe…….se lo imagina.