Cuba emprende su recuperación tras el paso de Laura
miércoles, 26 de agosto de 2020
La Habana, 26 de agosto de 2020.- Tras los destrozos que causó la tormenta tropical Laura, Cuba inició el martes en todo el territorio la fase de evaluación de daños y recuperación. La tormenta tropical recorrió la isla de extremo a extremo entre el domingo y el lunes. No causó víctimas pero sí afectó a las redes eléctricas, viviendas y cultivos.
Inicialmente se predijo que el temporal atravesaría todo el país y pasaría sobre La Habana, en un recorrido que habría provocado muchos estragos. Finalmente la trayectoria cambió, desplazando el centro de la tormenta a las aguas de la costa sur hasta que salió por el extremo occidental de la isla.
Con todo el país en «fase de recuperación», la tercera y última de las tres etapas que establece Cuba cuando pasa un ciclón, el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, pidió trabajar lo más rápido posible en el restablecimiento para evitar que los daños de Laura se sumen a las reparaciones pendientes de tormentas y huracanes anteriores.
Recuperación de instalaciones eléctricas dañadas por Laura
El daño más extendido es el sufrido por el sistema eléctrico. Cientos de miles de hogares cubanos permanecían sin luz este martes, con especial incidencia en la provincia de Pinar del Río, donde el 95 % de los hogares tenía problemas con el suministro energético, según un reporte de la televisión estatal.
En varios municipios de La Habana, donde viven más de dos millones de personas, también se mantienen los apagones e interrupciones en el servicio de abasto de agua pese a que la tormenta no golpeó con fuerza a la ciudad más allá de algunas rachas de vientos fuertes y lluvias aisladas.
Los sistemas de telecomunicaciones no sufrieron daños generalizados aunque sí algunos cortes por caída de postes, árboles y cableado o por falta de suministro eléctrico en estaciones.
Brigadas de operarios ya se encuentran trabajando en todas las provincias para reparar las infraestructuras y restablecer los servicios básicos a lo largo de esta semana, de acuerdo a comunicados de la Empresa Eléctrica y del monopolio estatal de las telecomunicaciones Etecsa.
Una evaluación preliminar de las autoridades cifra en más de mil las viviendas que han padecido derrumbes parciales o totales y pérdida de cubiertas, con mayores daños en las provincias orientales de Guantánamo y Santiago, donde la tormenta Laura tocó tierra momentáneamente el domingo por la noche.
Más de 300.000 personas (casi 30.000 en La habana) fueron evacuadas de zonas vulnerables entre el domingo y el lunes pasados, algunas a albergues estatales pero la mayoría a casas de familiares y amigos.
Prioridad el regreso a las escuelas
Otra de las prioridades en la etapa de recuperación tras Laura es el acondicionamiento de las escuelas. Varias quedaron dañadas por la caída de árboles. Falta una semana para el reinicio del curso en toda Cuba, a excepción de La Habana. En la capital los rebrotes de COVID-19 obligaron hace dos semanas a restablecer duras medidas para contener la propagación de la enfermedad.
El agrícola fue otro de los sectores golpeados por el temporal. Laura hizo estragos en plantaciones de plátanos, yuca, boniato y maíz. También afectó las casas de cura de tabaco de Pinar del Río, la principal zona tabaquera de la isla.
Las instalaciones del sector turístico, muy golpeadas otras veces por el paso de tormentas y huracanes, no sufrieron en esta ocasión daños de magnitud.
El Estado Mayor de la Defensa Civil tuvo su primera reunión de coordinación de la fase recuperativa. Llamó a inspeccionar el estado de las viviendas, redes y cableado. Se debe extremar la higiene y las precauciones para evitar que tras las lluvias se formen criaderos de mosquitos, que son los vectores de transmisión de enfermedades como el dengue, endémico en la isla.
También pidió a la población que evite transitar por áreas inundadas y tocar cables eléctricos caídos. Deben alejarse de lugares con peligro de derrumbe o deslizamiento, entre otras medidas.
Bienvenidas las lluvias
El ángulo positivo del paso de la tormenta fueron las precipitaciones. Se restablecieron parcialmente las reservas de agua de los embalses cubanos tras un periodo prolongado de sequía.
«Para bien ha pasado menos de lo que esperábamos y (la tormenta) ha traído un poco de agua en algunos lugares del país que tenían una situación compleja», reconoció el presidente cubano durante una reunión del Órgano Económico-Social del Consejo de Defensa Nacional.
La actual temporada de ciclones concluirá el próximo 30 de noviembre. Los especialistas del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología cubano (Insmet) sitúan en un 60 % las probabilidades de que la isla sufra el azote de un huracán. Cuba salió ilesa de la temporada 2019.
La última ocasión en que un huracán de grandes dimensiones afectó a Cuba fue en 2017. Entonces Irma recorrió la costa norte de la isla de oriente a occidente dejando 10 muertos. Las pérdidas materiales fueron cuantificadas en 13.185 millones de dólares. El huracán dañó viviendas, infraestructuras y afectó los sectores agrícola y ganadero, según datos oficiales.
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