Cuatro Joyas del Ballet Cubano: Mirta Plá
lunes, 25 de marzo de 2019
Con tan solo 11 años de edad , Mirta Plá se presentó ante la academia del «Ballet Alicia Alonso´´, para mostrar su talento junto a otras jóvenes, que como ella perseguían el sueño de ser bailarinas.
Reunía dentro de sus aptitudes estilo, figura y técnicas inigualables lo que la llevó a alcanzar un puesto dentro de distinguida institución. Mirta poseías nociones elementales de Ballet y de piano al tiempo que deslumbraba por su encanto y jovialidad.
Recibió lecciones de reconocidos maestros del Ballet Clásico tales como Alexandra Fedorova de Rusia, Phillis Bedells de Inglaterra o los propios cubanos Alicia y Fernando Alonso, los cuales tuvieron la misión de enseñarle a dar sus primeros pasos dentro del mundo de la danza.
En el momento de su debut tenía tan solo 13 años de edad y tuvo lugar en el popular Teatro América de la capital cubana el 15 de marzo del año 1953 donde tuvo la oportunidad de interpretar el “Vals de las Flores” de la famosa obra Cascanueces, con lo que se catapultó a la fama.
Por cuestiones políticas y contradicciones de la compañía con el gobierno en la década de 1950 el «Ballet Nacional de Cuba´´fue disuelto y Mirta, junto a otros jóvenes bailarines emprendieron un nuevo camino en la cultura pero esta vez en los Estados Unidos, buscando oportunidades para llevar a cabo su carrera artística, con lo que logró incursionar gracias a su talento notable en compañías como el Ballet Celeste de San Francisco y el Teatro Griego de los Ángeles.
Las experiencias adquiridas durante esos años en Estados Unidos la llevaron a posicionarse, tras su regreso al suelo patrio en el año 1959, como solista del Ballet Nacional de Cuba, llegando a convertirse años después, justo en el 1962,en la primera bailarina del mismo.
Muchos años de gloria logró coleccionar durante su carrera, continuó ocupando el lugar de primera bailarina por 30 años hasta 1992.
Ver a Mirta danzar era un magnífico deleite para los sentidos, la elegancia, precisión, seguridad y delicadeza, cualidades sobradas que la convirtieron en una estrella del Ballet Clásico.
Su alegría contagiosa y su manera especial de proyectarse en el escenario le permitieron obtener mas de una ovación de su público con mucha facilidad.
Dentro de las obras interpretadas por ella destacan El Lago de los Cisnes, Las Sílfides, entre otras de importante significación dentro de las obras de la compañía. Impartió además clases de danza en prestigiosas instituciones de Europa y América.
Durante toda su trayectoria artística recibió numerosas medallas y distinciones como es el caso del Premio Nacional de Danza obtenido en 2003, máxima condición que se le otorga a los artistas de esta manifestación en Cuba.
Mirtha Plá a través de mucha entrega, sacrificio y disciplina logró brillar en más de un escenario, cautivando mediante el baile a diversos y exigentes públicos y muchos de los grandes exponentes de la crítica especializada.
Distinguida por su talento y sencillez es considerada una joya del Ballet Cubano.