Centro Histórico de la ciudad de La Habana: viaje en el tiempo

domingo, 16 de abril de 2017

Declarada recientemente como una de las 7 ciudades maravilla del mundo moderno, la Ciudad de La Habana comprende en su seno un Centro Histórico declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

En este centro histórico de la Ciudad de La Habana, actualmente nombrado La Habana Vieja, podrás palpar la ciudad de los primeros siglos. Encontrarás aquí la plaza mejor defendida del Nuevo Mundo. Tres eran las fortificaciones iniciales que aún hoy puedes visitar: el Castillo de La Fuerza, el Castillo de La Punta y el Castillo de Los Tres Reyes del Morro. Después de la toma de la ciudad por los ingleses en 1762, las fortificaciones aumentaron, convirtiéndola en una ciudad casi impenetrable. Todo ello lo podrás encontrar en tu visita al llamado “casco” histórico de la capital de Cuba.

Podrás conocer el por qué España transportaba hacia la bahía de La Habana las riquezas encontradas en el Nuevo Continente. Contra los ataques de corsarios y piratas, las flotas cargadas de oro y piedras preciosas se reunían y organizaban en esta bahía. Podrás presenciar a través de la historia de la ciudad cómo La Habana se convirtió en el principal centro de comunicación de España con el Nuevo Mundo.

En esta ciudad de ensueño podrás visitar los mismos lugares donde se dieron cita nobles y plebeyos, artistas y eruditos. Las más altas personalidades de la época frecuentaban esta ciudad, lo cual la convirtió en una urbe de gran cultura.

Fue fundada originalmente por Pánfilo de Narváez. La llamó San Cristóbal de La Habana. En el año 1514 tuvo su primer asentamiento alrededor de un río de la costa sur. Poco después, en 1519, se trasladó oficialmente al lugar que hoy ocupa. Como salida de pleno siglo XVI, encontrarás esta urbe. Con medio milenio trascurrido te invita a asistir a su historia a través de sus calles, iglesias, conventos, viviendas y plazas coloniales. El recorrido por su interior hará que viajes en el tiempo irremediablemente, sin perder de vista las nuevas construcciones del presente.

Por: Tery Amores