Así es la palma corcho, un fósil viviente de los campos de Cuba que convivió con los dinosaurios

martes, 17 de abril de 2018

La palma corcho es una de esas especies de plantas que en nuestra Isla parecen burlarse tiempo. Los especialistas la consideran un fósil viviente pues ha logrado sobrevivir pues ha sobrevivido millones de años a la extinción.

Microcycas calocoma es su nombre científico y sólo se encuentra en una reducidísima porción de la zona más occidental de Cuba, especialmente en el municipio de Viñales, donde constituye un atractivo más de la ya bellísima zona turística.

De esta especie que ha logrado sobrevivir a los procesos de mineralización y petrificación que ha sufrido el planeta quedan muy pocas colonias. De ahí que en las intrincadas zonas donde todavía habita sean protegidas con esmero para evitar que engrose la larga lista de animales y plantas que han desaparecido para siempre de nuestro planeta.

En el Jardín Botánico de Pinar del Río los visitantes pueden apreciar algunos ejemplares de esta exótica planta que son cuidados con esmero por los especialistas de la institución, en especial uno, fruto del empeño del ya fallecido Dr. Armando Urquiola, quien consagrara su vida a la Botánica y fuera autor del primer Libro Rojo de la flora vascular escrito en Cuba.

A su incansable labor se debe, en buena medida, que la palma corcho fuera declarada como Monumento Nacional Natural de Cuba lo que ha posibilitado que se tome una mayor conciencia sobre la necesidad de su protección y conservación.

Esta antiquísima planta recibe el nombre popular de palma corcho por la suavidad de su tronco esponjoso que a medida que crece va renovando su penacho de hojas verdes y dejando unos anillos. Si estos anillos se cuentan se puede calcular, según los especialistas, la edad alcanzada por cada ejemplar.´

Sus poblaciones, antaño abundantes, han ido cediendo ante la acción predadora del hombre que en su afán de conquistar tierras útiles para la agricultura ha ido reduciendo su hábitat hasta niveles mínimos.

Sin embargo, de manera muy reducida – e incluso sin saber que poseen un tesoro natural – algunos habitantes de la ciudad de Pinar del Río, exhiben en sus patios ejemplares de palma corcho, pues es además de una valiosa especie botánica, una hermosa planta ornamental.