Conoce el origen del pregón El Manisero en Cuba
miércoles, 23 de diciembre de 2020
Pensar en un pregón, hoy en día, es el equivalente a imaginarse una persona vociferando en la calle con el fin de anunciar un producto determinado. Y en Cuba, manisero es sinónimo de pregón.
Todos los pregones son parecidos y, en la mayoría de los casos, solo se limitan a mencionar el nombre de la mercancía. Sin embargo, años atrás, ser pregonero era prácticamente todo un arte.
Si miramos alguna película cubana que refleje el siglo XIX o los inicios del XX, de seguro que algún pregón resonará en una de sus escenas. Y es que resulta imposible imaginarse la Cuba de aquellos tiempos sin pensar en pregoneros anunciando sus frutas, productos frescos o maní a toda la población con la que se cruzase.
El Manisero es, sin lugar a dudas, el pregón que más impacto ha tenido en Cuba
El pregón del manisero inspiró una canción que durante años constituyó un elemento insustituible en las calles de toda la isla de Cuba, donde cada persona que lo escuchaba sabía a la perfección de qué partitura se trataba. Su autor fue Moisés Simons, quien lo creó por encargo de Alejo Carpentier.
En un inicio, estaba destinado a separar dos escenas de una obra que este Carpentier estaba escribiendo. Sin embargo, nadie podía imaginarse la fama que llegaría a cobrar esta contagiosa melodía solo un tiempo después.
Este pregón fue redactado en un establecimiento que quedaba entre las calles San José y Amistad.
Mientras su autor se encontraba sentado en una de sus mesas, consumiendo, de seguro, leche, café o chocolate, pues estos eran los productos que se servían en estos lugares, conocidos como “lecherías de barrio”.
Tiempo después de haber entregado la partitura a Carpentier, Moisés Simón Rodríguez –que era su verdadero nombre- recibió un telegrama proveniente de la ciudad de Nueva York.
El Manisero sonaba por todas partes
Cuando arribó a esa ciudad, El Manisero sonaba por todas partes, pues se había convertido en una melodía popular, cobrando una fulminante fama.
Fue cantado por Rita Montaner y llevado a un disco, que se extendió por toda Europa, y desplegó su fama a un nivel internacional.
Los críticos de aquella época afirmaron que El Manisero era el mejor pregón que había sido compuesto en Cuba de todos los tiempos. Este sonado pregón se escucho también en España y en Nueva York, siendo el país europeo donde primero se escucharlo.
Esta melodía aparece en un corto cinematográfico llamado Coconut Vendor, interpretado por Machín.
Simons se dedicó, en gran parte de su vida, a investigar y ser partícipe del folklore y música cubana. Estudió música desde los cinco años de edad, lo que le posibilitó sumergirse por completo en el mundo del arte y la composición musical.
Sin embargo, luego de regresar a Cuba en 1943 –debido a la invasión alemana en Francia- jamás volvió a recobrar la fama que El Manisero le había otorgado.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Talía Jiménez Romero
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