Obispo, la calle más transitada de La Habana Vieja

martes, 24 de noviembre de 2020

Sin lugar a dudas, las calles de La Habana atesoran una fascinante historia, pero ninguna alcanza la popularidad de la calle Obispo. Quizás se deba a que en ella se encuentra uno de los bulevares más animados y concurridos del país. Lo cierto es que Obispo recibe diariamente centenares de visitantes extranjeros atraídos por su ritmo bullicioso. Y los cubanos son los que menos se resisten a su encanto.

Algunos documentos señalan que esta arteria tiene su origen en el siglo XVI. Fue concebida de manera muy estrecha para resguardarse del sol, lo que explica el porqué de su diseño. Nace en la bahía de La Habana y llega hasta la calle Monserrate.

Historia de la calle Obispo en La Habana Vieja

Esta calle ha tenido 47 nombres distintos. En 1794, en un edificio de la calle se estableció el Real Consulado de Agricultura, así que la vía pasó a llamarse calle del Consulado. Antes se le llamaba calle San Juan, pues allí estuvo la Iglesia de San Juan de Letrán.

En la esquina de Oficios estuvo la residencia de los obispos, establecida por el prelado Alfonso Enriquez de Almendariz. Allí tuvieron su residencia, entre otros, los obispos Fray Jerónimo de Lara y Pedro Agustín Morell de Santa Cruz. Por esta razón la calle tomó el nombre de Obispo.

En 1897 se identificó como calle Weyler, pero en 1898 el pueblo habanero destruyó las tarjas que reflejaban ese nombre. Más tarde, en homenaje al defensor entusiasta y constante de los derechos y libertades de Cuba en España, Pi Margall, en 1905 recibió el mismo nombre. Finalmente, en 1936, nuevamente fue denominada Obispo.

Algunos lugares importantes de esta calle

Hoy en día atesora una arquitectura deslumbrante, apreciable en sus diferentes inmuebles, entre ellos el Edificio Horter 115, que presenta un amplio portal con arcadas, revestido de piedra, y balconaduras de hierro corridas.

El Banco Nacional de Cuba destaca por su fachada de códigos clásicos. Resaltan el pórtico, con una columnata corintia, y el frontón, que jerarquizan la entrada principal.

Allí también se ubica el edificio donde funciona La Moderna Poesía, que fue la principal librería de Cuba por los inicios del siglo XX.

Otros inmuebles de gran valor arquitectónico son el Museo Numismático y el Museo Nacional de Historia Natural.

Una de las exclusividades de esta vía es que en ella se inauguró el primer estudio fotográfico de Cuba y de Iberoamérica, propiedad del norteamericano George W. Hasley.

Entre los ilustres vecinos de la calle Obispo estuvo el filósofo Félix Varela y el líder Julio Antonio Mella.

En un parquecito en la Calle Obispo, se encuentra la escultura de Sancho Panza creada por Leo D’Lázaro en 1989.  La obra fue ubicada en varios sitios de la ciudad antes de llegar a su ubicación actual. Mereció el Primer Premio de Escultura, otorgado por el Salón 26 de Julio y es una pieza muy querida y reconocida por los habaneros.

La huella de Hemingway

Otra gran personalidad vinculada con esta calle fue el Premio Nobel de Literatura en 1954, Ernest Hemingway. Durante los años 30, el escritor norteamericano se hospedó en el Hotel Ambos Mundos, elegante edificio de arquitectura ecléctica, construido a finales de la década del 20, en el encuentro de las calles Obispo y Mercaderes.

Una de las figuras que inmortalizó la calle Obispo fue Ernest Hemingway, quien se hospedó un tiempo en el hotel Ambos Mundos. Durante su estancia aquí escribió parte de su novela “¿Por quién doblan las campanas?”, inspirada en la guerra civil española, donde  fue corresponsal. También lanzó al estrellato al bar restaurante Floridita, la cuna del daiquirí, cóctel  cubano a base de ron blanco.