El tocororo, la bandera y otros secretos

jueves, 27 de abril de 2017

En Cuba existen más de 300 especies de aves silvestres y de vida libre, agrupadas en 208 géneros, 63 familias y 21 órdenes diferentes.

De ellas, 28 son especies endémicas, las cuales representan el 13,1% de la avifauna cubana, y se preservan a través del sistema de áreas protegidas de la reserva (espacios naturales que pueden ser visitaros por los turistas que decidan estar en contacto directo con la flora y la fauna)

Cuba, por ser una Isla, cuenta con un alto grado de endemismo, y los principales factores que han influido en ello son: la temperatura, la humedad, las precipitaciones, las corrientes marinas, los vientos, el tipo de suelo y la insularidad.

Una de esas especies endémicas es el tocororo o Priotelus temnurus, considerado el ave nacional de Cuba.

Según las descripciones científicas, es un ave trepadora, de vistosos colores en su plumaje que reproduce los matices de la enseña nacional. El tocororo habita en lugares boscosos de todo el archipiélago, especialmente en las zonas montañosas.

Es un elemento identitario del país y el ave nacional de los cubanos por dos razones fundamentales: el simbolismo de su hermoso plumaje, pues su pecho blanco, su vientre rojo y las plumas azules de su cabeza reproducen los colores de la bandera nacional; y, además, porque es una especie que muere si está en cautiverio.

Pocos saben que existen dos tipos diferentes de tocororo: el P. temnurus temnurus, que podemos ver con mayor frecuencia en la Isla y sus cayos adyacentes, y el P. temnurus vescus, que vive generalmente en la Isla de la Juventud.

Esta ave pertenece a la misma familia biológica que el Quetzal y antiguamente era llamado por lo aborígenes cubanos como guatiní. Actualmente, en muchas regiones del oriente del país, aún lo nombran de esta manera.