Un cubano en el salón de la fama del baloncesto mundial

martes, 29 de septiembre de 2020

No es un secreto para nadie que el baloncesto masculino cubano ha vivido pocos momentos de gloria. Quizás solo se pueda contar el final de la década de los años 60 e inicios de los 70 como la de mayor esplendor el deporte de las canastas.

Fue en esa época que se lograron los mejores resultados en la historia de ese deporte: las medallas de bronce en los Juegos Panamericanos de Cali 1971 y en la Olimpiada de Múnich 1972.

Ruperto Herrera, el único cubano en el Salón de la Fama del Baloncesto

En esa época destacaron varios jugadores de la mayor de las Antillas, como Alejandro Urgellés, Tomás Herrera, Pedro Chapé, Miguel Calderón y Franklin Standard. Pero el que sin dudas se llevó las miradas en esa etapa fue Ruperto Herrera.

Herrera, quien es considerado una astro en este deporte a nivel internacional. Poseía un físico ideal para jugar baloncesto en aquella época, con 1.98 metros de estatura y 209 libras de peso, que lo hicieron unos de los mejores anotadores del país.

Desde que integró la selección se distinguió por un juego fino y elegante, razón por la cual fue perseguido por los cazatalentos de la Asociación Nacional de baloncesto de Estados Unidos, único cubano que ha gozado de tal privilegio.

Tiene un palmarés envidiable para cualquier baloncestista que haya nacido en Cuba. Fue novato del año en 1965. Asistió a 2 Copas Mundiales (Yugoslavia en 1970 y Puerto Rico en 1974). Participó en cuatro Juegos Olímpicos (México 1968, Múnich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980). Obtuvo la medalla de bronce en Múnich. Asistió a diez certámenes del área centroamericana y panamericana. Además, ocupa el décimo lugar en la lista de máximos anotadores en citas olímpicas con 440 puntos. En esto sobresale por encima de leyendas del baloncesto como Michael Jordan, Oscar Schmidt y Scottie Pippen, entre otros.

Todos estos resultados hicieron que la Federación Internacional de Baloncesto lo exaltara al Salón de la Fama FIBA en el año 2015. Honor que compartió junto con el propio Michael Jordan.