OMS: no hay «certificado de inmunidad» contra el SARS-CoV-2
sábado, 25 de abril de 2020
Ginebra, 25 de abril de 2020.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que no existe evidencia científica que respalde que las personas que se han recuperado de la COVID-19 están protegidas contra una segunda infección por el virus. Esto deja sin sustento la idea de un «certificado de inmunidad».
Algunos gobiernos han afirmado que la detección en una persona de anticuerpos del SARS-CoV-2 (nombre oficial dado al coronavirus causante de la COVID-19) sería suficiente para otorgar un «certificado» o «pasaporte de inmunidad», ya que no podría contagiar a otros. Este argumento ha sido desmentido por la OMS.
Baja presencia de anticuerpos y certificado de inmunidad
En una guía para todos sus Estados miembros y que es producto del análisis de los resultados de varios estudios, investigaciones y artículos científicos, la OMS explica que la mayoría de ellos muestra que la gente que se recupera de la enfermedad desarrolla anticuerpos contra el virus, pero que en algunos casos su presencia en la sangre es muy baja.
Por tanto, destaca, «a 24 de abril ningún estudio ha evaluado si la presencia de antivirus al SARS-CoV-2 confiere inmunidad a infecciones posteriores en humanos».
«La gente que asume que es inmune a una segunda infección porque ha recibido un resultado positivo (del test de serología) puede ignorar las medidas sanitarias, así que el uso de esos certificados podría aumentar el riesgo de transmisión», advierte.
Varios países esperan que sus poblaciones desarrollen una «inmunidad colectiva» o «de grupo» conforme más y más personas se vayan contaminando y curando del coronavirus.
Sin embargo, la OMS considera que los resultados preliminares de las pruebas de serología que se hacen para detectar cuántas personas pueden haber tenido contacto con el virus indican que su proporción es bastante baja, incluso en los países más afectados.
Fiabilidad de las pruebas
Asimismo, la OMS alerta de que esas pruebas requieren una mayor validación para determinar su nivel de fiabilidad. Es necesario asegurar la exactitud de sus resultados, a fin de evitar equivocaciones y los consiguientes riesgos.
El primer error al que pueden inducir es que una persona contaminada sea declarada negativa o, a la inversa, que alguien que no ha tenido el virus arroje un resultado positivo.
Igualmente, la organización incide en que los test deben ser capaces de distinguir entre infecciones del SARS-CoV-2 y las causadas por cualquier de los seis coronavirus humanos que se conocen.
Cuatro de ellos causan la gripe común, el quinto el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) y el último el SARS.
«La gente infectada por cualquier de estos virus puede producir anticuerpos que se confunden con los producidos en respuesta al SARS-CoV-2», precisó la OMS.
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