El Girasol y su belleza descubierta en Cuba

miércoles, 24 de julio de 2019

El girasol, una de las flores más hermosas  y alegres, llena los campos y es un símbolo importante para el cubano en diversas celebraciones.

El girasol también representa a la virgen de la Caridad del Cobre  y es símbolo de la sensualidad y el amor.

Su nombre tiene que ver con un hecho singular que ocurre en los sembradíos de esta flor.

Resulta que, literalmente, gira según la posición donde logre encontrar más directamente los rayos del astro rey.

Los principales cultivadores a nivel mundial de dicha planta son Austria, Argentina, Francia, Hungría, Bulgaria, España y Estados Unidos.

En Cuba, las vemos habitualmente en jardines y sembradíos.

Su popularidad las hace muy bien comercializada entre los floreros ya sea para ofrendas religiosas, adornar en un bonito búcaro de la casa, regalar en una ramo a alguien apreciado o en el pelo de una muchacha.

Pero el girasol es más que belleza pura y dura.

Sus semillas, que se consumen tostadas en muchas regiones del mundo, son ricas en vitaminas, minerales y proteínas, además de ser muy sabrosas.

El aceite de girasol es utilizado frecuentemente para cocinar, por su alto nivel nutricional y por ser más saludable que otras grasas.

El fruto de esta flor posee hasta un 58 % de aceite.

Nombrado también calom, jáquima, maravilla, tlapololote y maíz de tejaes, el girasol es originario de la zona norte de América, específicamente de las regiones de México y Estados Unidos.

Es un alimento importante para las tribus originarias que poblaron estos lares, el girasol fue llevado por los conquistadores españoles a Europa a principios del siglo XVI.