Lugares mágicos de La Habana: el Museo de Bellas Artes

viernes, 14 de junio de 2019

Los cubanos todos que llegan a diario a la capital y quienes aquí residen, tienen como sitio de visita obligada, entre otros muchos, un lugar donde se atesora lo más importante del arte cubano y universal de los últimos cien años, un lugar donde el tiempo y el buen arte sorprenden por su complicidad para regalarnos un impresionante legado cultural: el Museo de Bellas Artes.

Fundado en 1913, el Museo Cubano de Bellas Artes ha arribado a sus primeros ciento cuatro años de existencia con el orgullo de saberse una institución primordial en la conservación del patrimonio artístico cubano.

Y es uno de esos rincones de La Habana que nunca puede dejar de visitarse si quiere conocerse la esencia de quienes habitamos en esta Isla.

El Museo posee la más importante colección de arte cubano existente, que abarca desde el siglo XVI hasta nuestros días.

Se destacan los grabados coloniales del siglo XIX, las obras producidas entre 1898 y 1920 (pintura académica).

Las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX y las series de los grandes maestros cubanos, como Fidelio Ponce, Víctor Manuel, Carlos Enríquez y Wifredo Lam.

Por su parte, las colecciones englobadas bajo la denominación de Arte universal se hospedan en otro edificio, aledaño al Parque Central de La Habana.

Incluyen conjuntos temáticos de obras de todas las áreas o zonas importantes del arte occidental.

Lo que determina que el Museo Nacional supere a otras instituciones similares de América Latina.

Entre estas colecciones se destacan la de arte español.

Con los más importantes pintores del siglo XIX (Sorolla, Lucas Velázquez, Mariano Fortuny, Raimundo de Madrazo y Zuloaga).

La de retratos ingleses de los siglos XVIII y XIX; y la colección de arte clásico antiguo, con un rico conjunto de piezas escultóricas y cerámica de Egipto, Grecia y Roma.

El Museo Nacional de Bellas Artes es hoy el centro principal de la creación cubana.

Y ha acogido muestras itinerantes de todas partes del mundo.

Algunas de ellas provenientes de las instituciones culturales más reconocidas, con las cuales sostiene estrechas relaciones de trabajo.

La catedral del arte cubano se conserva para bien de los cubanos.

Con el mismo ánimo de 1913, y con los mismos deseos de continuar preservando lo mejor de la cultura para las presentes y futuras generaciones.