Candelaria Figueredo, la niña de 16 años que enarboló por primera vez la bandera cubana

sábado, 6 de octubre de 2018

Si Pedro Figueredo Cisneros “Perucho” tuvo el honor el Himno Nacional cubano, su hija Candelaria, de apenas 16 años fue la abanderada de los cubanos cuando decidieron lanzarse a la guerra contra España.

Canducha, como la llamaban todos, nació el 2 de febrero de 1852 en Bayamo y creció en medio del ambiente de conspiración que envolvía a la ciudad y en especial a su familia. Una vez que estalló la guerra marchó a la manigua con todos los suyos para compartir privaciones de todo tipo y curar a los enfermos y herido del Ejército Libertador.

El 17 de octubre de 1868 entró en Bayamo enarbolando la bandera de Céspedes mientras Perucho sobre su caballo distribuía la letra del que luego sería e Himno Nacional cubano.

Tras la captura y fusilamiento de su padre fue hecha prisionera de los españoles y tras sufrir numerosos vejámenes logró salir hacia los Estados Unidos en 1871, donde recibió la ayuda de Francisco Vicente Aguilera y la comunidad cubana emigrada en Nueva York. Desde allí se trasladó a Cayo Hueso para reunirse con sus hermanas y su madre, quien fallecería poco después.

En Cayo Hueso tuvo que afrontar la más espantosa miseria y en 1877 se casó con el matancero Federico del Portillo con el que tuvo nueve hijos.

Finalizada la Guerra del 95 regresó a Cuba con su familia y se estableció en La Habana. Murió en su domicilio de la calle Lagueruela 64 en la barriada de La Víbora. Antes de morir dispuso que su ataúd fuera envuelto en la misma bandera cubana que había sido el sudario de su madre.

Su muerte pasó inadvertida por la prensa cubana y gran pare de la población. Sólo los periódicos La Discusión, La Lucha y Gráfico, publicaron notas muy cortas sobre el suceso y el Estado cubano no le rindió ningún homenaje.