Alejo Carpentier: entrelazando la realidad con los sueños

domingo, 27 de diciembre de 2020

La narrativa de Alejo Carpentier no se caracterizó por los análisis psicológicos, ya que planteaba una propuesta enfocada más bien a la diversidad que a lo real. El lector cambia de perspectiva  con cada una de sus obras, las cuales nos sumerge en un cosmos donde la tragedia personal queda adormecida dentro de un conjunto que, aun siendo sencillo, es mucho más profundo y vasto  que el universo, donde los estereotipos de la Víctima, el Opresor o el Héroe no marcan un final pronosticado.

Alejo Carpentier, el autor cubano más leído

Carpentier es el autor cubano más leído en el mundo, figura destacada de las letras hispanoamericanas, al cual por el excelente contenido de sus libros le fue otorgado el premio Miguel de Cervantes de Literatura. Obras barrocas como “El siglo de las luces”, su teoría de “lo real maravilloso” o su novela escrita en 1949, “El reino de este mundo”, se consideran joyas de la literatura, sinónimos del realismo mágico.

Alejo nos secuestraba dentro de su mundo, el cual reflejaba una realidad ficcionada o la ficción de una realidad tan rica y espontánea que bordeaba los límites de lo maravilloso. Su estilo de escritura, incorpora todas las dimensiones de la imaginación, donde su idea de la realidad se conforma por los sueños, la magia, la religión y los mitos, renovando de esta manera toda la literatura latinoamericana.

El reino de este mundo

El reino de este mundo es una obra que le otorgó un lugar en lo más alto de la literatura mundial. Pero sobre todo, ha vencido el reto del tiempo. Su contenido continúa atrayendo a los lectores de todos los rincones del planeta que buscan saciar su sed.  Los sumerge en el viaje mágico de la historia independentista y revolucionaria haitiana que. Junto al sincretismo religioso y el sudor de los esclavos negros en las plantaciones, nos hacen comprender que se repite un ciclo vicioso en el cual todo final es un origen.

En resumen, podemos realizar un viaje acompañados de la mano de Alejo Carpentier a un lugar especial. Uno en cual el mismo hombre asegura, ciegamente, que es su reino.