La historia de los campismos en Cuba

miércoles, 22 de febrero de 2017

Quizás por las características económicas cubanas o por el espíritu efusivo de quienes viven en la Mayor de las Antillas, el campismo popular significa para  los isleños la mejor de las opciones recreativas, como si se tratase del hotel cinco estrellas al que muchos no pueden acceder.

La idea del campismo es el contacto con la naturaleza, por ello los vacacionistas se alojan en casas de campaña o habitaciones construidas de forma rústica, las cuales, por lo general, se ubican cerca de valles, cuevas, elevaciones, bosques, costas y playas.

En Cuba, los primeros campismos empezaron a funcionar el 16 de mayo de 1981. Las instalaciones que abrieron sus puertas fueron las bases La Caridad, la Cueva de los Portales, el Salto de los Portales, Cajálbana, El Calvario y Pica Pica.

Se trata de una forma de turismo de naturaleza, ecológico, promovido a través de las actividades sociales en entornos naturales.

Pero, ciertamente, esta modalidad de recreación no es propia de Cuba. Es una antigua forma de turismo que se practica en el mundo entero, sólo que los cubanos han dejado claras su preferencia respecto a la opción.

Si de campismos se trata, es imposible que los cubanos no recordemos aquella vez que caímos a la piscina, vencidos en el juego de la cuerda; cuando seguimos coreografías grupales en la pista de baile; o intentamos descubrir el título de la canción que identificaba a la serie de aventuras de nuestra infancia. Pero sobre todo, nunca olvidaremos los esfuerzos para evitar ser picados por los mosquitos en las noches.